El wampo hallado en el lago Lanalhue es único en su tipo pues presenta popa, quilla y hueco para remo, además de elaborados detalles que dan cuenta del fino trabajo realizado por el pueblo mapuche.
Tras pasar años sumergido en un estanque, en 2007 ingresó al Museo, específicamente a la sala Nometulafken, donde se exhibe hoy acompañado de documentos históricos y relatos orales que relevan su importancia ancestral y actual.
En cuanto a su morfología, el estudio arqueológico de Nicolás Lira (2007) estableció que:
- Su estructura se encuentra incompleta, sus costados y bandas casi totalmente colapsados, y solo la proa, el piso y la parte baja de la popa, se conservan en un mejor estado
- Su proa es aguzada y recta, por lo que mirado desde arriba se asemeja a un triángulo
- Su fondo es levemente curvo y muestra quilla en la proa y popa, además de agujeros que habrían servido para amarrarla
- Presenta múltiples huellas de exposición al fuego posiblemente derivadas de su fabricación, y vestigios de manufactura con herramientas no metálicas.