En el año 1995, un wampo o canoa monóxila mapuche (fabricada en un tronco ahuecado, de una sola pieza) fue hallado semienterrado en el fondo del lago Lanalhue, provincia de Arauco. Único en su tipo, de grandes dimensiones y aparentemente muy antiguo, fue trasladado al Museo Mapuche de Cañete, donde se convirtió en una de las piezas de mayor valor arqueológico e interés museográfico. Actualmente es exhibido como único objeto en una amplia sala, contextualizado en el marco general de la navegación mapuche según relatos de cronistas y conclusiones de estudios arqueológicos realizados en diversas áreas del Wajmapu.
Durante los talleres organizados por la institución en 2016 para evaluar la museografía, participantes mapuche-lavkenches propusieron vincular en mayor medida el wampo con el territorio local, es decir, con el Lavkenmapu (territorio de la costa) donde fue encontrado. Sugirieron asimismo utilizar el kimvum (conocimiento mapuche) como eje central para definir la canoa, lo cual incluye una mirada crítica sobre el proceso histórico que derivó en su desaparición a mediados del siglo XX.
El wampo en la memoria local
En respuesta a esa necesidad, se emprendió un trabajo de rescate de la memoria oral que, proyectada hasta el conocimiento ancestral, permitiera acceder a las experiencias directas del uso del wampo entre los habitantes de territorios cercanos al Museo. Como resultado, no solo fue posible determinar las características generales de la navegación canoera fluvial, lacustre y marítima en dicha zona, sino también distinguir algunas dimensiones en las cuales la canoa representó un elemento esencial desde la perspectiva mapuche: junto con servir como medio de transporte, la embarcación fue un instrumento para consolidar redes de intercambio comercial y de conocimientos (el travkintun), así como para crear relaciones políticas, de consanguinidad y de amistad entre asentamientos mapuches a través de los numerosos cuerpos de agua de la región.
En efecto, la canoa formó parte de un complejo sistema territorial regulado por el admapu o sistema normativo mapuche, que vela por mantener el equilibrio humano, terrenal, espiritual y cósmico en un determinado territorio. La consolidación de estas redes en las que el wampo navegó configuró política y socialmente lo que hoy se conoce como "Lavkenmapu".
Una mirada descolonizadora
Actualmente, numerosos actores y grupos mapuches -desde activistas a intelectuales- subrayan la necesidad de definir y responder a sus problemáticas en forma "decolonial", es decir, usando su propio conocimiento, protocolo político-ceremonial y espiritualidad, entre otros aspectos, y denunciando a su vez las formas de control colonial que el Estado chileno implementa sobre el mapuche.
Durante las últimas décadas, el Museo Mapuche de Cañete ha hecho eco de ese llamado, actuando, precisamente, como una plataforma decolonial. La propuesta de (re)definición del wampo es un ejemplo de aquello: al recurrir al kimvun mapuche -conocimiento disruptivo frente a la perspectiva economicista-capitalista y cientificista del poder hegemónico-, emerge la versión de la vida en el territorio de voz del sujeto indígena oprimido, como una alternativa a la historia oficial del Estado chileno.
Descarga el artículo completo "El wampo que navegó en el Lavkenmapu: un registro desde el kimvn mapuche, hacia una reflexión en torno a la teoría decolonial", por Nikolas Stüdemann Henríquez.